Catamarca, La Rioja, San Juan
CATAMARCA. (Parte 1)
Recorrimos unos 4700 km. Durante el viaje la belleza del paisaje convive con el abandono, el verde con lo árido, la pobreza con el lujo. Estas provincias están imbuidas de una gran fe. En todos los lugares (rutas, casas, plazas) hay pequeñas capillas, o imágenes resguardadas.
El 27 de marzo partimos
hacia Córdoba, nuestra primera parada fue en el hotel “El Virrey” que cambió su
nombre y hoy se llama “The Hotel”, pintado de oscuro y reacondicionado. Excelente
atención, cochera y buen desayuno.
Caminamos por el centro de
Córdoba donde (como siempre) sus calles peatonales son tristes. Lo que
maravilla es la Catedral. Los palos borrachos estaban en todo su esplendor. Cenamos
en IT, un lugar estéticamente agradable, pero se transforma al ofrecer comidas
rápidas sin calidad. La atención buena.
De Córdoba a Catamarca.
El 28 por la mañana salimos hacia
Catamarca, una salida lenta, complicada, al llegar encontramos un buen hotel: llamado
Nuevo Hotel “Ancasti”, céntrico con un desayuno normal, bueno en general. Recomendable.
(San Fernando del Valle de Catamarca - Sarmiento 520 - CP 4700 – Tel. 0383
44355951/2
Recorrimos el centro con sus
calles cuidadas, una hermosa Catedral: La Catedral Basílica del Santísimo
Sacramento y Santuario de Nuestra Señora del Valle. (Monumento Histórico Nacional)
y patrona de la ciudad.
En el Club Social cominos un Brunch
completísimo y con muy buen precio.
La información turística se
encuentra en la plaza central, es excelente.
Recorrimos las ruinas
arqueológicas del Pueblo Perdido de la Quebrada.
https://www.welcomeargentina.com/catamarca/pueblo-perdido-quebrada.html
El 29 trepamos la primera de las
tantas cuestas, la famosa Cuesta del Portezuelo.
“La cuesta del
Portezuelo es un camino sinuoso ubicado en el departamento Valle Viejo, en el
sureste de la provincia de Catamarca, Argentina. Une la RN 38 con la ruta
provincial 2, atravesando la sierra de Ancasti.”
Fuimos subiendo mucho, el camino
es de asfalto y se extiende por 20 km, resultando seguro, a pesar de más de 300 curvas
y contracurvas, algunas de ellas con giros cerrados, paramos para
fotografiar el paisaje, mientras las nubes juegan con las montañas entre los
blancos y verdes. Desde lo más alto se ve la ciudad. Un hermoso espectáculo.
El 30 de marzo partimos hacia
Tinogasta pasando por Copacabana (localidad del departamento de Tinogasta),
está a la vera de la Ruta Nacional 60 a una distancia de 66 km de Fiambalá. Contactamos
con un puesto de información turística que nos muestra “la ruta del adobe”.
Almorzamos en la finca “La Sala”
una construcción de época donde también se ofrece alojamiento, un sitio caro
muy agradable.
Al llegar a Tinogasta nos
hospedamos en un hotel para olvidar: “Hotel Nicolas” a pesar de ofrecer baño privado,
cochera, desayuno y estar cercano al centro, no es recomendable por la mala
atención, la habitación desagradable, aunque limpia, el desayuno malísimo.
https://tinogasta.tur.ar/index.html
El 31: partimos de Tinogasta hacia
Fiambalá recorriendo la ruta del Adobe.
La mayoría de estas construcciones tienen muros de 80 cm y 1 metro de ancho.
La ruta del adobe tiene un recorrido de unos 50 km entre Tinogasta y Fiambalá. Se observan una serie de edificaciones antiguas hechas de adobe. Algunas de las construcciones tienen hasta 300 años, por ejemplo, la Iglesia: Nuestra Señora de Andocollo es una belleza impresionanre.
La Iglesia de San Pedro un templo construido en 1770 declarado Monumento Histórico Nacional desde 1941, aquí se conservan oleos y una talla de madera del patrono de los viñedos.
El Oratorio de la Orqueta
![]() |
La iglesia Nuestra Señora del Rosario
Las ruinas de Watungfasta y la Comandancia de
armas.
Esta ruta es imperdible. Casi no hay negocios ni vendedores que se interpongan (es de esperar que se mantenga de esta manera siempre). En algunos lugares del trayecto se pueden ver algunas fábricas de ladrillos de adobe. El adobe es aislante tanto del calor como del frio.
Al llegar a Fiambalá nos alojamos en la Hosteria “Santa Rita” muy cercano al centro, con muy buen desayuno, muy familiar.
Avenida las Américas y esquina Copiapó.
Fiambalá
es una localidad que pertenece al departamento de Tinogasta, se encuentra a
unos 320 km de San Fernando del Valle de Catamarca. Se hizo famosa
por ser la sede del Rally Dakar y sus termas. También se la conoce como la
Capital mundial del Dakar.
Por la tarde visitamos, a 15 km,
las Dunas Mágicas de Saijil, que es otro de los atractivos que se
pueden hacer desde Fiambalá, dicen que por las tardes es posible ver cómo los
pequeños granos de arena danzan mágicamente por efecto del viento. A nosotros
nos tocó un día sin viento, eso nos posibilitó disfrutar de otro espectáculo.
Ver como los que practican sandboarding, lo hacen con grandes tablas con las
cuales se tiran desde la cima, caminan por allí, y se deslizan. Esta la posibilidad de llegar hasta la cima y desde allí admirar el paisaje.
A pocos kilómetros se encuentra
Los Medanitos, donde hay más dunas. Estas montañas de arenas superan los 1000
metros.
El 1 de abril tomamos la Ruta
Nacional 60 que comienza en Fiambalá y culmina en el paso de San Francisco
(límite con Chile), desde aquí se observan los cerros: Incahuasi (6.638 m), El
Muerto (6486 m) y San Francisco (6.016 m). La ruta, de 200 km, es muy segura,
pero el último tramo antes de llegar al límite con Chile se hace largo y
tedioso. Al llegar al paso San Francisco nos comunicaron que no se podía pasar
por inconvenientes técnicos en la aduana chilena.
En este trayecto es importante tener en cuenta
algunas cosas, al costado de la ruta se encuentran separados cada 25 km,
aproximadamente, unos puestos a los que se puede recurrir en caso de
emergencia.
Hay recomendaciones de no salirse de la ruta.
Los carteles indicadores están escritos en castellano y en chino. (la
explotación del litio es realizada por chinos). Todo lo que es caminos
secundarios hay que contratar excursiones.
Como la ruta va subiendo, es bueno hacer
paradas para aclimatarse. Llegar a San Francisco al paso con Chile es simple (la segunda parte) por ser un camino liso y asfaltado, es considerada una de las rutas más altas y
la llaman “el camino a los cielos de Catamarca”.
Recordar: hacer la ruta con combustible lleno,
no hay estaciones de servicio en la misma.
1 de abril: Desde Fiambalá a Belén.
Entramos a almorzar en un lugar simple, limpio, la atención un poco lenta.(Condor Huasi) Allí había una hermosa niña, andaba con una rata envuelta en una
servilleta, la cuidaba (a la rata) porque la había picado una hormiga
El perro negro y los perros están en todas partes.
Un Museo Arqueológico en Condor Huasi, donde la amabilidad e información es muy buena.
El Museo que está al ingreso de las ruinas del
Shincal, impecable, la atención es excelente. 300$ la entrada, muy económico en
relación con lo que ofrecen. Había extranjeros a los cuales también le cobraban
lo mismo.
Las ruinas de Shincal de Quimivil, son una ruina incaica, siguiendo el camino del inca en Catamarca, se hace en un recorrido de casi 2 horas, donde se relata como los diaguitas fueron desplazados por los Incas. El recorrido rodea el valle de la Luna y del Sol.

Buena y precisa la guía, con el saber necesario
para responder dudas o cuestiones que van surgiendo
Una hostería atendida por sus dueños, con habitaciones amplias, cochera y desayuno. Muy recomendable.
Al otro día salimos hacia la ruta 40, lo primero que nos llamó la atención, fueron estatuas de gran tamaño de animales típicos de la región; liebre, llama.
De allí, a la Puerta San José. Cercana a Belén, un recorrido interesante
Continuamos subiendo, llegamos a Pozo de Piedra una localidad del departamento de Belen.
Camino por la ruta 40, en Hualfi almorzamos en un Restaurante, Juan Chelemin.
(Imagen no propia)
Chelemin fue un líder rebelde indígena de la Confederación
diaguita-Calchaquí, que habitaban al noroeste de la actual provincia de
Catamarca, fue perseguido, y descuartizado.
El restaurante muy bueno, comidas rápidas y
simples, finalizamos con una muy buena torta, regalo de quienes festejaban un
cumpleaños.
Belen: Hualfi y Corral quemado
Recorrimos un museo arqueológico, seguimos
camino encontrándonos con unas montañas rojas, parecidas a las de Talampaya.
Esto también se ve, un lugar esplendido, queda a la vera del camino, falta de cuidado total de parte de turistas.
Fuimos hasta
Puerta Corral, en busca de tejedoras, poco y pobre.
" Ubicada al norte de la cabecera departamental de Belén y conocida como la cuna del pullo, la jurisdicción municipal de Corral Quemado" es la cuna del poncho.
Iglesia Virgen de los Remedios
En Belén, a cuadras de donde parábamos estaban
la “arañitas hilanderas” donde conocí un muy buen lugar de tejidos.
Los colores se dan con elementos naturales, nueces, cáscara de cebolla, yerba mate.
Muestran como hilar, y también ofrecen sus productos.
A TALAMPAYA
Villa Unión (La Rioja) es uno de los sitios más cercanos a
Talampaya.
Llegamos
a la tarde, muy amables y buena habitación, cercano al centro, el barrio no se
percibe bueno, pero es tranquilo, se puede salir caminando y regresar sin
problemas.
En la ruta 40 hay una de las cuestas más hermosas
de Argentina: la Cuesta de Miranda, entre Villa Unión y Chilecito, el camino de
cornisa va subiendo hasta los 2000 ms, es una ruta asfaltada, desde donde se
aprecian hermosísimas vistas. El rio Miranda va acompañado toda la subida, se
mezclan los colores de los verdes, rojos, ocres.
Llegar a Villa Unión, es acercarse a cumplir uno de los objetivos del viaje: Talamapaya.
Es necesario ir hasta la empresa Volterra,
concesionaria del Parque Nacional Talampaya. La única y exclusiva forma de
entrar. San Martin 80, Villa Unión
https://talampaya.com/nosotros/
Las excursiones son caras, la de 4hs,
aproximadamente 25 dólares por persona. No se puede entrar al parque por cuenta
propia.
Conseguimos uno de los horarios: 14/30.
Al ingreso hay un bar bien aprovisionado, caro.
El guía del recorrido muy profesional, entretenido,
organizado con 4 paradas que daban el tiempo suficiente para hacer fotografías,
disfrutar de cada lugar.
Los Petroglifos. Jardín botánico. La Catedral
Gótica. El Monje
Algunas imágenes del recorrido por Talampaya.
Cuando estábamos por ingresar al parque, en la
ruta, vimos un cartel que anunciaba otros lugares para conocer. A unos 17 kms
de Talampaya, existe una cooperativa de turismo armada por los lugareños. Su
recorrido es Pueblo Perdido, Cañón del arco Iris. Es muy difícil realizar esto
y Talampaya en el mismo día.
Esa noche, comimos muy bien en un restaurante
llamado Las Palmeras, veníamos muy castigados con las comidas.