Forastero: No pases de largo mi pueblo. Los pueblos no se ven con los ojos en ráfagas.
Demórate en el vino y en la paz de mi gente, porque el amor del pueblo es de pocas palabras.
Algún día, allá lejos, beberán por nosotros y mis pueblos dormidos mirarán por tus lágrimas.
Demórate en el vino y en la paz de mi gente, porque el amor del pueblo es de pocas palabras.
Algún día, allá lejos, beberán por nosotros y mis pueblos dormidos mirarán por tus lágrimas.
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